Problemática
HISTORIAL
La prosperidad a largo plazo de Ibiza y de Formentera depende de la conservación de su territorio, de su entorno marino, y de recursos naturales como el agua y la biodiversidad. Los recursos naturales son un patrimonio fundamental para nuestro bienestar, y resultan fundamentales para una economía próspera y sostenible.
Para conservar el entorno natural en buen estado y asegurar una prosperidad económica duradera, es preciso abordar la problemática que afecta a las islas y al bienestar de sus habitantes. Esta problemática incluye cuestiones importantes como el turismo, la ocupación del territorio, el agua, los residuos, la energía, la biodiversidad y el transporte.
Con el fin de disponer de información rigurosa y comprender mejor estas cuestiones, IbizaPreservation creó en 2018 el Observatorio de Sostenibilidad de Eivissa. Este proyecto estudia la evolución de la sostenibilidad de la isla de Ibiza, desde una perspectiva social y ambiental, a través de una serie de indicadores. El Observatorio da seguimiento anualmente a las variaciones, tanto positivas como negativas, de los indicadores seleccionados, para contribuir a una toma de decisiones más informada sobre el desarrollo futuro de Ibiza.
Turismo y presión humana
La extraordinaria belleza de Ibiza y Formentera, su clima cálido y [[oferta de ocio, y¿]] un entorno marino privilegiado hacen que estas islas sean uno de los principales destinos turísticos de Europa. En 2016 recibieron casi 4 millones de visitantes. Desde 2001 el número de visitantes se ha duplicado, alcanzando los casi 4 millones en 2016. Esto ha supuesto una enorme presión sobre el territorio, el agua y los ecosistemas.
Con un ratio de 25,56 turistas por residente -el segundo mayor del mundo-, la creciente turistización de la economía también ha generado problemas sociales, y creado una necesidad creciente de grandes equipamientos e infraestructuras, como carreteras, desaladoras y depuradoras de aguas residuales, cuyos costes de ejecución y de mantenimiento han de ser sufragados por la población residente. Los precios de alquiler también se han disparado, lo que supone que el 82% del salario medio se destine íntegramente al pago de alquiler de la vivienda.
Ocupación del territorio
Se estima que 31,14 km2 de cubierta natural y agrícola fueron transformados en suelo artificial o urbanizado entre 1990 y 2012, mientras que la urbanización del litoral aumentaba en un 60,8%. Esto ha afectado a algunos de los paisajes y los ecosistemas más valiosos de las islas.
Al mismo tiempo, 73,7 km2 de suelos agrícolas han sido abandonados. Esto ha supuesto la pérdida de paisajes rurales valiosos y la desaparición de variedades vegetales, razas animales y conocimientos tradicionales locales importantes. El suministro alimentario de la isla tiene actualmente una fuerte dependencia de las importaciones, y la invasión de tierras agrícolas por el pino aumenta la problemática de los incendios.
Con el fin de abordar esta problemática, IbizaPreservation viene apoyando desde hace años proyectos de re-plantación de cultivos tradicionales, como el almendro, de fomento del consumo de alimentos producidos localmente, y de recuperación de la actividad agrícola.
Agua
La creciente demanda hídrica ha provocado la sobreexplotación y contaminación de los acuíferos y una dependencia cada vez mayor de plantas desalinizadoras. Un estudio coordinado por IbizaPreservation en 2015 concluía que 8 de los 16 reservorios de agua subterráneos de Ibiza están casi agotados, y 12 padecen problemas de contaminación marina. Cuando un acuífero está sobreexplotado y desciende su nivel freático, la intrusión marina contamina las aguas.
El 41% del consumo hídrico urbano de Ibiza procede de desaladoras. Pero el vertido de las salmueras residuales de estas plantas afecta negativamente al medio marino, y su funcionamiento contribuye a incrementar aún más la creciente demanda energética.
Una mayoría de los turistas que visitan Ibiza y Formentera desconoce el problema de escasez hídrica que padecen las islas. Un consumo responsable de agua contribuye a conservar los recursos hídricos isleños.
Residuos
La gestión de los residuos es uno de los principales problemas ambientales de las economías isleñas. La media de residuos generados en Ibiza y Formentera para el año 2018 fue de 540Kg/habitante/año. Estos valores superan la media europea y nacional, (470Kg/habitante/año) en un 14%.
El vertedero de Ca na Putxa, el único disponible actualmente en las islas, se está rellenando rápidamente debido a las grandes cantidades de residuos vertidos. Un 50% de los residuos sólidos urbanos deberá reciclarse en 2020 para cumplir con la legislación europea.
Reciclar y evitar la utilización de plásticos de usar-y-tirar y el embalaje innecesario son algunas de las pequeñas cosas que todas las personas podemos hacer para contribuir a reducir el volumen de residuos generado en las islas.
Energía
El consumo de energía no solo constituye un problema ambiental importante sino que también tiene un coste financiero considerable para economías como Ibiza y Formentera, cuyo suministro energético depende casi exclusivamente de combustibles importados. Las economías isleñas son además más vulnerables a posibles problemas de abastecimiento y subidas de precios.
El consumo energético bruto de las islas aumentó un 51,4% entre 2000 y 2016. Y a pesar de su considerable potencial solar, sólo el 0,34% del suministro energético de Ibiza procede de fuentes renovables. La energía solar constituye un componente fundamental de la transición de las islas hacia un mix energético sin emisiones de carbono. Esta transición puede además contribuir muy positivamente a la economía local.
Con el fin de incentivar a los hogares y a las empresas a instalar energía solar, IbizaPreservation ha financiado y coordinado un estudio sobre las posibilidades de desarrollo de la energía solar fotovoltáica (FV) en Ibiza. El estudio demuestra que con la normativa y subvenciones gubernamentales actuales, invertir en instalaciones solares resulta rentable, y puede generar ganancias a partir de los 6-11 años.
Biodiversidad
Ibiza y Formentera albergan una biodiversidad considerable, con especies singulares y numerosos endemismos vegetales y animales, como la pardela balear, el ave marina más amenazada de Europa, que tiene en las islas importantes colonias de cría. Las praderas de Posidonia oceánica y arrecifes coralinos de sus aguas mantienen una valiosa biodiversidad marina.
Un porcentaje significativo de Ibiza y de Formentera está protegido (el 35% y el 43% respectivamente). Pero entre 2000 y 2016 la superficie declarada Reserva y Parque Natural disminuyó drásticamente. Y la normativa de ordenación territorial ha oscilado erráticamente entre la protección de la biodiversidad y la permisividad constructora.
Las medidas recientes para conservar la biodiversidad marina son alentadoras. En 2014 se incluyeron nueve espacios marinos protegidos en la red Natura 2000 de la UE, y en 2015 se ha propuesto una nueva reserva marina. Sin embargo, dotar a estos espacios de personal y medios suficientes para garantizar la conservación de su biodiversidad y de los hábitats marinos sigue constituyendo todo un reto.
Transporte
La fuerte dependencia de vehículos privados para desplazarse en Ibiza y Formentera ha generado crecientes problemas de atascos en sus principales carreteras. La tasa de motorización actual en Ibiza es de 963,8 vehículos por cada 1000 personas, el doble que en el resto de España. Los vehículos privados son actualmente la principal fuente de emisiones de CO2 de la isla, y representan el 31% del total.
La dependencia del coche para desplazarse tiene importantes impactos ambientales debido a las emisiones de gases de efecto invernadero que genera y a la necesidad de infraestructuras cada vez mayores. También tiene considerables repercusiones económicas, debido a la necesidad de importar combustibles costosos y a los atascos. La dependencia del coche también afecta negativamente al servicio de transporte público, y a las posibilidades de desplazamiento a pie y en bicicleta.
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