La isla de Ibiza lejos de cumplir con los objetivos legales de sostenibilidad
- En materia energética el consumo aumenta, sobrepasando en un 85% el objetivo de la Ley de Cambio Climático de Baleares para 2030.
- Las energías renovables son casi inexistentes y están paralizadas en el territorio ibicenco.
- En materia de agua, seguimos teniendo una sobreexplotación de los pozos y de los acuíferos, mientras las desaladoras trabajan al 50% de su capacidad.
- Todas las depuradoras, excepto la del Port de San Miquel, han vertido puntualmente aguas contaminadas en los últimos dos años
- En materia de residuos, se ha logrado reducir la generación de residuos en un 0,5% pero todavía la generación de residuos debería disminuir en un 10% para cumplir el objetivo de la ley Balear de 2021.
- La recogida selectiva ha aumentado hasta alcanzar un 17,2% pero la isla de Ibiza sigue lejos del 50% necesario para cumplir la ley Balear en 2021.
El Observatorio de Sostenibilidad de Eivissa, creado por la Fundación para la Conservación de Ibiza y Formentera, ha presentado hoy miércoles en la Escuela de Turismo los resultados correspondientes al área de Economía Circular de su primer Informe Anual de Sostenibilidad 2018. Este análisis anual sobre el estado de sostenibilidad de la isla de Ibiza es uno de los ejes principales de trabajo de IPF y se estima como prioritario para mejorar el conocimiento sobre la sostenibilidad de la isla, fomentar un mayor debate social y proporcionar, además, información actualizada que ayude a los organismos públicos competentes a la toma de decisiones.
Los primeros resultados englobados en el bloque de economía circular muestran ligeros avances en la situación actual de gestión de residuos, consumo energético y ciclo del agua, a pesar que la isla todavía está lejos de alcanzar los objetivos establecidos por la legislación estatal y autonómica.
En materia de energía, se ha podido comprobar que continúa la creciente demanda energética de la última década y en el año 2017 se incrementó un 7% hasta alcanzar la cifra de 468,286 toneladas equivalente de petróleo (tep), un 85% superior al objetivo para el año 2030 de la Ley de Cambio Climático de Baleares. Todos los municipios continúan incrementando su consumo eléctrico y los mayores consumidores per cápita son Sant Josep y Sant Joan (6.578,1 y 6.354,0 kWh/habitante, respectivamente), seguidos de Eivissa, Santa Eulalia y Sant Antoni (5.522,9 y 5.618,4 5.344,9 kWh/habitante, respectivamente). Esta creciente demanda energética se traduce también en un leve aumento del 1 %, en el último año, de las emisiones de CO2 debido principalmente al transporte terrestre.
En relación al ciclo del agua, destaca positivamente el incremento del uso de agua desalada en el año 2018, recurso fundamental para conseguir reducir la presión sobre los acuíferos mayoritariamente sobreexplotados. Sin embargo, las tres desaladoras de la isla de Ibiza han funcionado en el año 2018 a la mitad de su producción respecto a su capacidad máxima anual (9,5 hm3 producidos respecto a 16,6 hm3 posibles). En este sentido, el funcionamiento al máximo rendimiento de las tres desaladoras podrían garantizar el suministro urbano todo el año sin utilizar agua subterránea salvo en los meses estivales cuando la demanda urbana se incrementa. Los resultados de saneamiento muestran una depuración general deficiente donde todas las depuradoras de la isla, excepto la depuradora de Port de Sant Miquel, han vertido puntualmente aguas contaminadas durante los últimos dos años.
Destaca que por primera vez en el año 2018 se ha reducido la generación de residuos en la isla un 0,5 % gracias principalmente al descenso producido en los municipios de Sant Antoni, Ibiza y Santa Eulària que han reducido su generación de residuos en un 3%, 1,3% y 0,1 % respectivamente. En este sentido, la generación de residuos en la isla de Ibiza es tan sólo un 10 % superior del objetivo establecido por el Govern Balear para el año 2021. También se ha producido una mejora en la recogida selectiva hasta alcanzar el 17,2 % en el año 2018 debido al aumento de la recogida selectiva realizada en los municipios de Sant Josep (25, 1%), Santa Eulària (24%) e Ibiza (23, 1%), pero lejos del 50% requerido para el año 2021 por la nueva legislación balear.
Hay que tener en cuenta que la generación de residuos se caracteriza por una fuerte estacionalidad, triplicándose sus valores de verano respecto al invierno. Por ejemplo, la recogida de vidrio se multiplica por 5 durante la temporada y está directamente asociado al sector hotelero y de ocio nocturno.
El análisis objetivo de los resultados, muestran que la isla de Ibiza está todavía lejos de la nueva política europea de economía circular que promueve que los países miembros reduzcan el consumo de recursos naturales no renovables, reduzcan la generación de residuos y se fomente el reciclaje y la reutilización. Así, en la isla de Ibiza se produce únicamente un 0,25 % de energía renovable, 100 veces inferior del compromiso español de producir un 20% para el año 2020. Además, se recicla menos de la mitad de los residuos generados y finalmente la mayor parte de las aguas residuales se vierten al mar sin reutilizar. En este sentido, únicamente se reutiliza el 6 % del agua depurada y todavía es prácticamente inviable la reutilización del agua en Ibiza por la deficiente depuración de las aguas residuales y por el nivel de salinidad de estas aguas que imposibilita la reutilización para usos agrícolas.
Propuestas urgentes
En materia energética es urgente apostar por las energías renovables dentro de nuestro territorio y por adoptar medidas de eficiencia energética en la vivienda y en el sector hotelero.
En materia de agua se debe aprovechar al máximo el rendimiento de las tres plantas desaladoras y es urgente la modernización de las plantas de depuración de aguas residuales.
Es necesaria la concienciación de la población sobre la necesidad de un mayor y mejor reciclado, y es fundamental reducir la generación de residuos.